Habían nacido para vivir en la Ciudad Vieja y no se resignaban a quedarse en el Cordón. Como hoy no llovía y el frío era soportable, nos convencieron para que las lleváramos luego de terminar con nuestras tareas en Kalén.
Las más friolentas se quedaron en los bancos abrigaditos…
Otras prefirieron pender de las farolas para disfrutar mejor del paisaje…
Algunas eligieron los bancos de la Peatonal Bacacay (recuerden que por las condiciones climáticas nos habíamos encariñado con esta calle), pero nos llevamos una sorpresa desagradable al darnos cuenta de que dos de los cuatro bancos que habíamos abrigado en esta senda, habían sido vilmente desnudados (¡pobrecillos!) ¡Y con el trabajo que nos dio vestirlos!
Banco feliz, abrigadito por la brigada de Kalén…
Banco despojado de sus vestiduras…
Banco siendo amorosamente vestido por la aterida brigada de Kalén…
Banco hipotérmico lamentándose por su reciente pérdida de abrigo…
Desgraciadamente no pudimos hacer más que brindarles unas palabras de consuelo (por suerte esta noche no está muy fría).
Las pajaritas quedaron felices cumpliendo con su destino…
Qué lástima!! Con tanto sacrificio ,pero siempre hay gente para restar;esperemos que sean los menos y que se salven los que quedaron.
ResponderEliminarDice Juan Pablo que no son malos los que desabrigaron los bancos,sólo sacaron las bufandas porque estaba lloviendo. "Es para que no fiquen molhadas"Después - cuando no llueva más - se las van a devolver.
Bendita inocencia!!! A no desanimarse y adelante!
Tal vez Juan Pablo tenga razón :)
ResponderEliminarIgual quedaron 5 bancos abrigados y ahora custodiados por las pajaritas...