kalén: cuentos que dan miedo

08 abril 2010

cuentos que dan miedo

El miedo es inherente al ser humano y un sentimiento importante cuando hablamos del desarrollo de la personalidad. En este sentido, es fundamental para el niño poder poner un nombre a sus experiencias, sobre todo a las negativas y de este modo poder enfrentar la angustia que le producen. Los cuentos ilustrados tienen un papel importante en cuanto que ayudan a desdramatizar miedos reales. A través de la figura del personaje malo que usualmente aparece en los cuentos tradicionales y que luego es derrotado, el niño puede poner nombre y procesar simbólicamente sus propios miedos.

“En los cuentos tradicionales, los gigantes, las brujas y los monstruos de todo tipo tienen un papel concreto indispensable. Permiten que el niño dé forma a sus angustias. Son la figura de lo que existe en él, son sus pulsiones y sus miedos.

Por ejemplo: si un niño tiene miedo a ser devorado su miedo puede materializarse en una bruja. Entonces resulta fácil librarse de ella, cociéndola en una caldera” Hèléne Brunschwig psicoterapeuta.

En este sentido tan importante como la historia es el tono con que esta es leída. Aquí entra a tallar la personalidad del niño. Si estamos frente a un niño muy sensible, que se asusta fácilmente, es mejor darle un tono jocoso a la lectura, propiciando que el niño pueda reírse de las situaciones, de su propio miedo. Si en cambio el pequeño es de los que gustan de las historias de miedo, se puede leer dándole un tono más misterioso, hasta tenebroso y lo va a disfrutar mucho.

Para que una historia de miedo sirva para estos propósitos debe despertar la curiosidad del niño, estimular su imaginación y corresponderse con sus angustias y aspiraciones, pero sobre todo, debe tener un final feliz, el personaje malo debe ser derrotado. Esto último es tranquilizador para el pequeño, de este modo le da a entender que él puede vencer sus angustias.

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