Folkin es un disco que trasmite paz. El sonido del agua, el batir de alas y trinos de los pájaros, música suave…Así que lo ideal es escucharlo en un ambiente recogido que nos aleje un poco de la ciudad y sus ruidos. Para lograr esto, a Agustín se le ocurrió traer un pedacito de naturaleza a Kalén.
En un rinconcito “creció” pasto y lo protegimos de tal manera que podés entrar en la “cuevita”, cerrar las cortinas y dejarte llevar por la música y el aroma que te transporta.
Adentro hay juguetes para que puedas dejar volar tu imaginación. Mi preferido es el juego de pesca con imán. ¿Qué pescamos? Peces, mariposas, ñandúes, yacarés, horneros y otros animalitos de nuestra tierra.
Timoteo fue uno de los primeros en probar este espacio y quedó encantado.
¿Lo querés experimentar? Lo vamos a tener hasta el fin de semana.
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